No cabe duda que hace mucho que no vemos llover en nuestros montes.
Llevamos un otoño relativamente poco lluvioso, eso sí, el frío intenso y el fuerte viento parece que abren paso al invierno sin que aparentemente la estación de las lluvias haga su aparición tras el caluroso verano.
En estas imágenes queda reflejado la enorme falta de las ansiadas lluvias.
De aquí la enorme diferencia de las consecuencias de lo que sería el tener relativamente bien abastecido el pantano (abajo) con el contraste sobre la supuesta sequía o derroche del otro pantano (arriba) sobre un importante y preciado valor natural como es el agua.
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